Encuentro con
mamá
En un mundo que corre sin pausa, donde los corazones a veces se sienten solos o vacíos,
María nos espera en el silencio.
No con reproches, sino con ternura.
No con juicios, sino con amor de madre.
Ella no necesita que le hables perfecto, solo que le hables con lo más profundo de tu ser.
Ella entiende tus lágrimas, tus silencios, tus batallas y tus sueños.
Este es un espacio para encontrarte con Ella,
para que puedas descansar bajo su manto,
escuchar su voz en tu corazón.
María no se impone, se ofrece.
No grita, susurra.
No exige, abraza.
“Madre, estoy aquí. No sé cómo rezarte,
pero anhelo sentirte.
Abrázame con tu amor de madre,
protégeme…
déjame sentirte en mi corazón.”
Acerquémonos
a Maria
Permítete volver a ser Niñ@.
Deja que tu madre te cuide
deja que te proteja
A veces la vida pesa, los días se tornan grises, y sentimos que nadie entiende nuestro dolor.
Pero María sí. Ella vivió la pérdida, el silencio, la espera.
Cuando todo parece derrumbarse, imagina que te cubre con su manto.
Ahí, en ese gesto invisible, se renueva tu esperanza.
habla con tu mamá
No necesitas frases poéticas perfectas para hablarle.
María escucha las lágrimas, entiende los silencios y traduce tus pensamientos en súplicas al cielo.
Cierra los ojos, respira, y dile con sencillez:
deja que te sane
Cuando le entregas tu dolor a María, no te lo quita de golpe, sino que lo transforma en fuerza.
Su amor no juzga, solo abraza.
Pídele que te enseñe a mirar tu pasado con misericordia y a ti mismo con ternura.
“María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.”
(Lc 2, 19)
“Madre, quédate conmigo. Enséñame a confiar, a amar, a no rendirme.”
“Y su misericordia es eterna para los que le temen.”
(Lc 1, 50)
Oremos
oración para estar cerca
Madre, enséñame a mirarte con los ojos de la fe,
a reconocerte en la ternura de las cosas simples,
en el silencio, en la paz, en los gestos pequeños del amor.
Quiero sentirte cerca,
como la brisa que acaricia,
como la madre que no se cansa de esperar.
Amén.
oración para aprender de ella
Madre, dame tu valentía cuando me sienta débil,
tu confianza cuando dude,
tu fe cuando todo parezca perdido.
Enséñame a amar sin condiciones,
a perdonar sin esperar,
a seguir a Jesús como tú lo hiciste: con el corazón entero.
Amén.
oración del silencio
Virgen del Silencio,
enséñame a escuchar sin ansiedad,
a callar sin miedo,
a comprender sin hablar.
Que en tu calma, mi alma encuentre su refugio.
Que en tu paz, yo aprenda a oír la voz de tu Hijo.
Amén.
oración sincera
María, madre mía,
hoy no vengo a pedirte milagros,
solo a descansar en tu mirada.
He caminado cansado, he buscado en lugares vacíos,
y ahora solo quiero quedarme aquí, contigo.
Sécame las lágrimas que no pude mostrar,
calma las heridas que nadie vio,
y recuérdame que sigo siendo amado.
Amén.
rosario
El Rosario es un espacio para acercarse a María y descubrir su amor de Madre.
Cada cuenta invita a la calma, a la reflexión y a abrir el corazón a Dios, lejos del ruido y la prisa de la vida diaria.
Rezar el Rosario no es solo repetir palabras, sino vivir un momento de encuentro, recibir consuelo y fortaleza, y dejar que la fe transforme el corazón. María acompaña, guía y protege, y este tiempo de oración se convierte en un puente de amor y paz donde cada persona puede sentirse escuchada y abrazada por Dios.
Lunes
y Sábado
Misterios
Gozosos
Martes y Viernes
Misterios Dolorosos
1. La encarnación del Hijo de Dios.
2. La visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel.
3. El nacimiento del Hijo de Dios.
4. La Presentación del Señor Jesús en el templo.
5. La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo en el templo.
1. La Oración de Nuestro Señor en el Huerto de Getsemaní.
2. La Flagelación del Señor.
3. La Coronación de espinas.
4. El Camino del Monte Calvario cargando la Cruz.
5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.
Miércoles y Domingo
Misterios
Gloriosos
Jueves
Misterios Luminosos
1. La Resurrección del Señor.
2. La Ascensión del Señor.
3. La Venida del Espíritu Santo.
4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.
5. La Coronación de la Santísima Virgen.
1. El Bautismo en el Jordán.
2. La autorrevelación en las bodas de Caná.
3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.
4. La Transfiguración.
5. La Institución de la Eucaristía, expresión sacramental del misterio pascual.
LETANÍAS DE LA VIRGEN
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial,
ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo,
Dios, Espíritu Santo,
Santísima Trinidad, un solo Dios,
Santa María,
ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la misericordia,
Madre de la divina gracia,
Madre de la esperanza,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los migrantes,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACIÓN.
Te rogamos nos concedas,
Señor Dios nuestro,
gozar de continua salud de alma y cuerpo,
y por la gloriosa intercesión
de la bienaventurada siempre Virgen María,
vernos libres de las tristezas de la vida presente
y disfrutar de las alegrías eternas.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
ADVOCACIONES
VIRGEN DE GUADALUPE
(CDMX, Tepeyac)
VIRGEN DE SAN JUAN DE LOS LAGOS
(San Juan de los Lagos, Jalisco)
VIRGEN DE ZAPOPAN
(Zapopan, Jalisco)
VIRGEN DE
LOURDES
(Lourdes, Francia)
Historia breve:
En 1531, la Virgen María se apareció a Juan Diego en el cerro del Tepeyac, dejando su imagen milagrosamente impresa en su tilma. Es considerada la Patrona de México y un símbolo de unidad y fe.
Historia breve:
En 1530, Fray Miguel de Bolonia trajo una pequeña imagen de la Virgen María a San Juan de los Lagos. En 1623, una niña que había muerto fue resucitada tras colocarle la imagen sobre su pecho, lo que inició una serie de milagros y consolidó su devoción.
Historia breve:
En el siglo XVI, una pequeña imagen de la Virgen María fue llevada desde Zapopan a Guadalajara como acto de fe para proteger la ciudad. Desde entonces, su devoción ha crecido, siendo celebrada especialmente en la Romería de Zapopan cada octubre.
Historia breve:
Entre 1858 y 1859, la Virgen María se apareció 18 veces a la joven Bernardita Soubirous en Lourdes, Francia. Durante estas apariciones, reveló su identidad como “Inmaculada Concepción” y señaló un manantial cuyas aguas se consideran milagrosas. La devoción a la Virgen de Lourdes se ha difundido ampliamente en México, siendo patrona de los enfermos y fuente de consuelo espiritual.
El alma encuentra descanso cuando se refugia en los brazos de María. Ella no solo escucha, sino que comprende el dolor más profundo, la herida más oculta, el silencio que nadie ha sabido abrazar. Su amor es un susurro de ternura que calma el miedo, que alivia el corazón cansado, que invita a volver al amor de Dios. Quien se acerca a María descubre que no camina solo, que hay una Madre que guía, protege y sana. En un mundo que grita y corre sin sentido, María nos enseña a detenernos, a mirar al cielo, a sentir su presencia en lo más íntimo del alma. Porque solo cuando dejamos que Ella nos abrace, el corazón vuelve a latir con paz, esperanza y fe.
